A través de las instantáneas se puede observar cómo sobreviven en los campamentos levantados cerca de la ciudad argelina de Tindouf, en la hamada argelina, la zona más dura del desierto del Sahara. Allí residen desde hace cuarenta y ocho años, soportando unas condiciones climatológicas muy duras, con tormentas de arena continuas y temperaturas extremas. Además, en los últimos años, la ayuda humanitaria se ha reducido de forma alarmante, lo que está ocasionando un deterioro de las condiciones humanitarias, especialmente en relación con la alimentación y la nutrición.