Ésta es la de Guetto 13-26, una compañía con más de veinticinco años de experiencia que ya sabe lo que es dialogar con los versos de Lorca; moldearlos, bailarlos, silenciarlos y, como en Bodas de Sangre, sentarlos a la mesa para devorar
sus conflictos, la oscuridad de sus personajes, la luz de sus protagonistas o todas aquellas palabras que no hay escritas y que, sin embargo, pueden ser interpretadas desde el pensamiento del poeta granadino. «¿Y si los machos no fueran tan machos? ¿Y si la sangre no tuviera familia? ¿Y si la paz interior fuera más importante que las venganzas? ¿Y si no hay mayor ciego que el que no quiere ver? ¿Y si el deseo pudiera más que la sangre?», piensan... ¿Y quién sabe?
En Bodas de sangre hay amor, hay conformismo, hay pasión, hay venganza, hay pactos y compromisos, hay alegría y hay muerte, hay dudas y hay decisión. Hay todo lo que hace falta en un enlace para que acabe roto y en tragedia. Todo lo que hace falta para que el escenario se convierta en un cortijo... y en el cortejo del verso al aplauso; entre relinchos de caballo y lunas que se quieren llenar.