El uso que hace Daniel de la fotografía permite entender, en parte, su proceso creativo, en tanto que las imágenes captadas con el objetivo sirven de modelo para la elaboración de los dibujos y bocetos sobre los que construye luego las escenas que decoran un sinfín de piezas (de cómo viaja un labriego segoviano a lomos de su burro, a una pieza única que expone y vende en la antigua iglesia de San Juan de los Caballeros)