Don Gerardo ha sido secuestrado por una banda de torpes secuestradores que usan nombres en clave para no desvelar su identidad.
En su casa, se mastica la tensión entre sus hijas Leonor y Virginia, que viven este secuestro con, digamos, “diferentes puntos de vista”; su mujer Luisa, que tiene una extraña fijación por un cuadro viejo y feo de un tal San Genaro; la abuela Dolores que ha perdido la cabeza y la asistenta metomentodo Jacinta...
Enredo, absurdo, sorpresa, humor... Una comedia divertidísima donde nada es lo que parece.