Construida en el siglo XVIII, mantiene diferentes estilos desde el renacentista al barroco, destaca por su retablo mayor, rococó, con una arquitectura con imitación de jaspes y otras piedras marmóreas y con tallas de madera, siendo San Juan Bautista la central. Otros retablos destacando el del Cristo de Lumbreras. Esta talla se venera con gran devoción.
Procede del desaparecido templo del despoblado de Lumbreras. También su órgano barroco de 1801 construido por el murciano José Nájar, según se puede leer en una de las inscripciones que aparecen en él. Desde hace años se organizan ciclos de conciertos de órgano.