La actividad comercial tiene una larga tradición. Ya en el s. XV se tiene noticia de su mercado de los martes, cuando un escribano se refería al atrio de la iglesia de San Juan como el lugar “do se usan facer almonedas”. Hoy la afluencia de visitantes ha hecho proliferar un considerable número de tiendas donde se pueden adquirir desde el mueble rústico hasta los regalos más livianos. El estaño destaca como la artesanía popular, realizado manualmente por una cooperativa de la localidad. Tiene además merecida fama por la decoración de interiores y el mueble de estilo rústico.