Construido en 1270 por mandato de San Francisco de Asís. Cerrado por un muro perimetral de mampostería alberga en su interior la Iglesia, el cementerio, el convento con sus dependencias y las huertas. Se cuenta que aquí se acogió Isabel La Católica. Sufrió un incendio en 1750 y se reconstruyó, pero fue saqueada en la Guerra de La Independencia. Siguen habitando monjas de clausura.