Dos áreas recreativas.
En honor a la Virgen del Rosario y a san Eusebio.
La leyenda alrededor de la Virgen del Rosario cuenta el milagro atribuido a esta Virgen cuando en cierta ocasión, aunque no se sabe concretamente cuándo, hubo una gran plaga de langostas que llegó a amenazar la cosecha. Intentando evitar lo que ya parecía que sería inevitable, los agricultores sacaron a la imagen de la Virgen en procesión hasta una Olma y allí, rezaron una misa. En el momento de la consagración, al levantar la Sagrada Forma, el cielo se oscureció y la plaga desapareció.