Construido a principios del s. V en un momento de inestabilidad social por los problemas sucesorios tras la muerte de Teodosio I manteniéndose posteriormente, en tiempos visigodos y hasta etapa hispano-musulmana. El recinto fortificado se abandonó en el s.XI.
Está levantado en la margen izquierda del río Eresma, en un cerro de posición estratégico militar que se construye básicamente con pizarra y algunos sillares. Era un recinto defensivo que dividía el cerro en dos sectores. La muralla presentaba unas torres semicirculares y estaba flanqueada por dos torres. Hay 18 bastiones y conserva la puerta norte de entrada. Se conservan tramos con más de 2´5 m de altura. Realizada con un sistema de construcción en caja y sin cimientos. Está declarado Bien de Interés cultural Arqueológico.