Poco se puede apreciar de la construcción barroca del s. XVII, el ábside poligonal en la cabecera y uno de los muros. El resto responde a la reforma neoclásica de principios del s. XX.
Destaca su torre campanario con tejado a cuatro aguas. La planta del templo es rectangular en dos naves separadas por columnas. En su interior destacamos las imágenes de los titulares, de San Ildefonso y de Nuestra Señora de Párraces, que antes estaba en una pequeña capilla de la Abadía. Es una pequeña talla románica de madera que representa a la Virgen con corona, sentada con el Niño en sus rodillas. En la parte inferior presenta un acople para ponerla en la silla de un caballo, pues así lo dice la tradición que la imagen llegó en la silla de montar desde Francia. Esta imagen era llevada a las batallas por los generales por su pequeño tamaño y era venerada por todas las gentes de dentro y fuera del municipio. También destaca enmarcado el antipendio procedente de la ermita de Santa Ana.