Es un templo sencillo de origen románico, arruinado y reconstruido a mediados del siglo XX.
Constaba de una sola nave, que es la iglesia actual, y de cabecera semicircular orientada al este cuyas trazas todavía se aprecian en el suelo. La portada fue llevada a la Iglesia de Cerezo de Abajo.
El templo se reconstruyó durante los años 50, reutilizando sillería románica, con planta rectangular y una pequeña espadaña. Se conserva la pila bautismal románica, decorada con gruesos pétalos, y un capitel decorado con motivos vegetales que pertenecía al arco triunfal que comunicaba la nave y la cabecera.
Horario de apertura. En momentos de liturgia.