Se dedica a la virgen de Nuestra Señora de la Asunción, y como es casi habitual en muchos templos segovianos, en origen fue románica, aunque de este estilo arquitectónico tan sólo conserve algunos vestigios en los ventanales ciegos de su torre o espadaña que forman parte del actual campanario. Se amplió en el gótico tardío como se puede apreciar en la bóveda de terceletes del interior. Conserva el retablo mayor, es obra barroca, excepcionalmente de madera en su color. Posee además una buena cruz procesional de plata del gótico tardío y una custodia de sol realizada en Segovia a mediados del siglo XVIII. También en las inmediaciones del núcleo urbano encontramos la ermita de San Antonio de Padua.