Muy próxima a la Plaza Mayor del pueblo y casi junto a su Ayuntamiento. Es de origen de románico segoviano aunque es un edificio muy reformado, conservando una bella puerta de ingreso protegida por un atrio, en la cual hay un arco con tres arquivoltas, estando la central decorada con diecisiete cabezas rudamente talladas, que muestran expresiones atormentadas, burlonas y enigmáticas. En el ingreso al atrio y justo coincidiendo con la verja, hay una lápida funeraria de los restos del comunero Juan Bravo. Excepto la cabeza que quedó en Villalar, los huesos fueron traídos a la iglesia de Muñoveros, de donde era su mujer Catalina del Río. Inicialmente estaba en el interior del templo. A modo de criptograma aparecen las siglas dispuestas a modo de círculo, C J V ”aquí está…”.
Dentro del templo, hay tres naves y sus retablos, con una virgen románica en el Mayor. También una buena colección de orfebrería en una vitrina donde sobresalen la cruz procesional, la custodia de sol y el relicario de san Félix (patrón del pueblo), obras de plateros segovianos del siglo XVI.
También se pueden admirar tres cuerpos (corpiños) de danzantes del s. XVIII y dos tambores de las cofradías, de los s. XVII y XVIII. Estos están próximos a la pila bautismal de 22 gallones (83,2 l), y a la talla del Cristo gótico.