Son tres lavaderos, los cuales han sido restaurados hace poco tiempo, cada uno servía para una cosa. El primero para lavar todo tipo de ropa y enjabonar, el segundo para aclarar, especialmente, las que prendas que desteñían, y el último, para aclarar la ropa blanca. Esto lo explican los bandos del alcalde de la época que se encuentran en la pared, “aquellos que no lo cumplieran tendrían una multa de 5 pesetas”. Se encuentra en la calle arroyo Alto.