Cerrando la plaza de España en su flanco sur, fue mandado construir por el prelado D. Manuel Murillo Argaiz hacia 1757, posiblemente sustituyendo a otro del s. XV. para residencia de los obispos durante sus estancias en la Villa. Actualmente tiene su entrada principal por la carretera general, frente al ábside románico de la iglesia de Santiago. Los daños ocasionados por los franceses y el posterior abandono tras la desamortización de Mendizábal (1835-1844), este palacio pasó a ser propiedad privada, y con los años se fueron adosando al edificio otras construcciones, por lo que hubo de trasladar el escudo del prelado el obispo Murillo Actualmente, como propiedad privada, el edificio ha perdido en gran medida las referencias del propio palacio, y desde luego pocos sospechan que su fachada principal constituyó el fondo sur de la Plaza Mayor, sin los edificios que hoy le aprisionan y enmascaran.