El primer curso de iniciación al astroturismo organizado por la Diputación ha tenido una gran respuesta, cumpliendo con las expectativas de su organizador, Prodestur, el organismo turístico de la institución provincial. Cincuenta y un asistentes evidenciaron con su inscripción su interés por la introducción al conocido como turismo de estrellas y han concluido el curso. De ellos, la mayor parte correspondían al sector de alojamientos y empresas de turismo activo de toda la provincia, que ven en este recurso un importante atractivo que añadir a sus propuestas.
La diputada de Turismo, Magdalena Rodríguez, que inauguró el curso, señaló que esta actividad, además de novedosa, puede contribuir de forma notable a aumentar las pernoctaciones en los establecimientos (una de las reivindicaciones del sector) y dinamizar la actividad turística en las zonas rurales.
La potencialidad turística que encierra la observación del firmamento, según las experiencias surgidas en otros países y el aprovechamiento de las excelentes condiciones que atesora nuestra provincia para llevar a cabo esta práctica, llevó a Prodestur a realizar este curso. Y es que recientes estudios que maneja el departamento turístico provincial concluyen que el turismo de observación de estrellas aumenta las pernoctaciones exponencialmente. Destinos cercanos las han aumentado en casi un 400% desde que ofrecen esta modalidad.
Durante dos días se ha introducido a los asistentes al mundo del astroturismo y se les ha capacitado para llevar a cabo actividades relacionadas con la explotación de este recurso, impartiéndose nociones básicas y fundamentales de astronomía, así como las pautas para el desarrollo del turismo de las estrellas en la zona.
Las enseñanzas han combinado teoría y práctica y se han dividido en dos grandes apartados: el primero de ellos ha sido un módulo de astronomía que ha impartido la doctora Antonia M. Varela e incluía nociones básicas sobre el conocimiento del Universo: Sistema Solar, mecánica celeste, galaxias o manejo de instrumentos para la observación astronómica. El segundo, le ofrecía Maribel Aguilar y estaba relacionado concretamente con el astroturismo. Ha tocado materias como las oportunidades y gestión del negocio del turismo astronómico, la incorporación del cielo nocturno como valor turístico y cultural, los modos de explicar e interpretar el cielo o la creación de rutas y miradores.
Según los organizadores, los asistentes han mostrado un gran nivel de aceptación por las enseñanzas recibidas, que podrían continuar en el futuro ocupándose ya de una formación específica para monitores.
Certificaciones
El curso ha estado impartido por la fundación Starlight, una entidad creada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), cuyo fin principal es la difusión de la astronomía y la promoción, coordinación y gestión del movimiento Starlight. La Fundación se encargar de verificar que el destino es idóneo para ser considerado como apto para el astroturismo y que pueda entrar en una red de alojamientos y lugares de interés que cuenta con muchas posibilidades para atraer la llegada de nuevos clientes, tanto de España como del extranjero movidos por este tipo de referencias de observación astronómica.
En esta primera acción la Diputación sufragará ocho certificaciones a sendos alojamientos, que serán los más idóneos para practicar el turismo de estrellas, según los criterios técnicos de la fundación.
Desde Prodestur se quiere dejar claro que prácticamente todo el territorio segoviano es apto para la observación astronómica, y paulatinamente el proyecto se extenderá a toda la provincia. En esta primera fase, las acciones han comenzado por las zonas más amplias de concentración de puntos idóneos como la Sierra Norte del Guadarrama, la Sierra de Ayllón y los sabinares de Somosierra. En estas zonas además se quiere ofrecer a los municipios la posibilidad de ser destinos Starlight si asumen el compromiso de llevar a cabo medidas para paliar la contaminación lumínica.
El turismo de las estrellas es un segmento emergente de la industria turística que, no sólo tiene un valor cultural y económico en sí mismo, sino que significa un elemento de movilización para otras actividades e instalaciones en zonas que, a pesar de tener en la naturaleza su valor principal, necesitan ampliar su oferta e implantar factores de dinamización para su economía.
Este nuevo turismo de las estrellas exige la capacitación de personas que se especialicen en conducir grupos en la noche y en el día, para que los visitantes, además de disfrutar de la naturaleza, puedan enriquecer, a través de la divulgación, sus conocimientos del Universo, divisado éste a simple vista o con
sencillos instrumentos de observación.