La monumentalidad de Turégano y Aguilafuente, las Villas de los Obispos, saludó la visita del programa ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’

La monumentalidad de Turégano y Aguilafuente, las Villas de los Obispos, saludó la visita del programa ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’

La vinculación episcopal que en su Historia tuvieron Turégano y Aguilafuente, fue el hilo conductor de la última parada que realizó el pasado sábado el ciclo de visitas guiadas ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’ organizado por Prodestur, el organismo turístico de la Diputación. Los viajeros profundizaron conocimientos en las conocidas como Villas de los Obispos gracias al trabajo de los guías Raúl Rascón y Mariano Vela.

Desde el año 1.123 en que, a petición del primer obispo de la iglesia restaurada de Segovia, el francés Pedro de Agén, la Villa fue donada por la Reina Doña Urraca y su hijo el Rey Alfonso VII a los prelados segovianos Turégano comenzó a ser protagonista de la historia segoviana y de Castilla. Ese devenir dejó una reseñable impronta en el patrimonio monumental de la localidad, con exponentes tan representativos como la iglesia castillo o templos como el de Santiago o el de San Miguel.

La jornada arrancó en la mañana del sábado en la Plaza de España tureganense, coso taurino durante las fiestas patronales que se celebran a primeros de septiembre e inmortalizada en las pinturas de Zuloaga. A continuación, se accedió a la Iglesia de Santiago, monumento Nacional, joya artística no sólo por su ábside románico del siglo XII o sus retablos barrocos y el primitivo retablo románico en piedra, sino por el increíble tesoro escultórico, de orfebrería y de elementos religiosos acumulados en su interior, herencia de algunas piezas únicas procedentes de otras parroquias tureganenses. Finalmente se admiró el castillo desde la Plaza por estar actualmente con trabajos de reconstrucción.

Después la expedición se desplazó a Aguilafuente, villa del Sinodal. Bajo el reinado de Enrique IV, se celebró en la iglesia de Santa María el sínodo convocado por el obispo segoviano Juan Arias Dávila, preocupado por la situación de su diócesis. Las actas del encuentro dieron lugar a un gran hito, la publicación del Sinodal de Aguilafuente, primer libro impreso en España.

Casas palaciegas

En esta localidad se recorrieron sus antiguas casas palaciegas como la de los Pérez de la Torre, la de las Conchas, los restos del Palacio del Marqués de Aguilafuente, el exterior de la Iglesia de Santa María o el Aula Arqueológica en la iglesia de San Juan, que muestra un conjunto de mosaicos de gran importancia, plenamente bajo imperiales y con influencias de la iconografía de los mosaicos romanoafricanos hallados en la villa romana de Santa Lucía.

Puesto que la filosofía del programa, aparte de apreciar el patrimonio de cada pueblo, es conocer los comercios e industrias o artesanos más representativos, la jornada finalizó con parada en la quesería artesanal de Celestino Arribas de Escalona del Prado donde los integrantes de los grupos pudieron conocer de primera mano el proceso de tratamiento y elaboración tradicional del queso y degustar algunos de los productos más representativos de la firma.

A los participantes también se les facilitó un listado de los distintos establecimientos en los que pueden hacer parada y fonda una vez concluida la visita en un radio de veinte kilómetros.

La iniciativa ‘Viajero yo te enseñaré Segovia’ trata de potenciar y poner en valor la labor de los guías turísticos oficiales de la provincia, expertos conocedores de todos sus secretos y recursos históricos, arqueológicos, monumentales, paisajísticos o museísticos y que están oficialmente cualificados para mostrarlos.

La próxima visita guiada del ciclo está programada para el próximo sábado 5 de diciembre y hará un recorrido por Coca y Samboal, dos de los principales exponentes del arte mudéjar en la provincia.

En la primera localidad se contemplará la iglesia de San Baudilio del Pinar, uno de los ejemplos más notables del románico-mudéjar de la provincia de Segovia, con su majestuosa torre de ladrillo y el ábside, levantado sobre un alto y robusto podio. Después, la comitiva se trasladará a la milenaria Coca, donde se conservan algunos restos de la muralla que ciñó la villa, y una de las puertas de marcada influencia mudéjar. También se podrá ver la Torre de San Nicolás, la Iglesia Parroquial de Santa María o el castillo, único en su estilo, que define lo que fue el triunfo del ladrillo.

La petición de reservas puede tramitarse enviando un correo electrónico a la dirección Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. La inscripción es de tres euros y los desplazamientos al lugar de partida de la visita deben hacerse en coche particular. Hay que tener en cuenta que, ante las nuevas restricciones de movilidad, los grupos se reducen a un número de cinco personas más el guía, como ocurrió en esta pasada visita, en lugar de diez como en semanas anteriores.