Visto desde la distancia, el conjunto urbano de la villa de Sepúlveda es uno de los más bellos que pueda contemplarse. Y su interior tampoco desmerece la belleza de la panorámica. Visita sus templos y disfruta de Sepúlveda.
Visto desde la distancia, el conjunto urbano de esta villa es uno de los más bellos que pueda contemplarse. Es poseedora de un famosísimo “Fuero de Sepúlveda”, otorgado por Sancho García. En su interior conserva muchos recuerdos de su antiguo pasado, así como una buena colección de iglesias, de un románico anterior al llamado “románico segoviano”. La más sobresaliente es la de El Salvador, fechada en 1093, sobre un cerro que domina la villa. En su interior guarda una custodia en forma de templete. El Santuario de Nuestra Señora de la Peña, patrona del lugar, es asimismo sobresaliente por su riqueza escultórica. La iglesia de San Justo era la predilecta de los hidalgos y nobles de la villa; en ella se conserva la capilla sepulcral de los González de Sepúlveda; hay que destacar el interés que ofrece su cripta. En la misma Plaza de España hay una escalinata y un sencillo humilladero que orientan hacia el templo de San Bartolomé, el cual guarda una valiosa cruz parroquial del platero segoviano Antonio de Oquendo. También tuvo la villa de Sepúlveda un notable barrio judío, del que hay pocas muestras.