Se sitúa su caserío (cuyo origen se remonta a la época romana y posteriormente, en 1297, se crea el municipio al serle otorgada carta puebla) en las mismas estribaciones de la Sierra de Guadarrama, con un extenso territorio poblado de pinos y un clima muy propicio para ser estación veraniega.
La iglesia parroquial de San Eutropio es de origen romano pero completamente reformada en 1572 por Juan de Mijares, ayudante de Herrera en El Escorial. En el interior, el espléndido retablo de Francisco Giralte, del siglo XVI, mientras que las tablas al óleo son de Sánchez Coello, autor también de una gran sarga de 15 metros de alto por 5 de ancho, con escenas de la pasión, sarga que se utilizaba para cubrir el retablo durante la Semana Santa. Hay que destacar el excelente órgano barroco del siglo XVIII, de Pedro Cavaría, con una altura de 15 metros y 8 de ancho, que cuenta con más de mil tubos de estaño; hoy se utiliza con frecuencia para conciertos.
A pocos kilómetros de la población, junto a la carretera Madrid-La Coruña, se encuentra la ermita del Santo Cristo del Caloco, levantada sobre restos románicos de los siglos XI y XII. A la imagen se la tiene una gran devoción en toda la comarca y se celebra con muchas fiestas su romería, típicamente popular, en septiembre.