Semana Santa en Segovia

DECLARADA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL

Antes de adentrarnos en las procesiones que protagonizan los actos de la Semana Santa, indicamos tres apuntes para los viajeros que dispongan de más tiempo. Los vía crucis de las parroquias que durante toda la semana recorren las calles del barrio, paseando su fe y su tradición; los actos culturales que se organizan desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección -pregón, conciertos, conferencias, representaciones, exposición y concursos fotográficos-; los cultos litúrgicos que nutren la fe de todos los que quieran asistir a ellos y que cada año son más numerosos.

Con la Procesión del Domingo de Ramos comienza el ciclo de manifestaciones de piedad popular con el Paso de Jesús entrando en Jerusalén, del escultor José María García Moro, acompañado por los niños de las cofradías portando palmas.

Las diez cofradías y hermandades que conforman la Junta de Semana Santa organizan, desde el lunes, Vía Crucis y procesiones en los barrios, destacando el que el Miércoles Santo se celebra en la huerta de los Padres Carmelitas, sobre la alameda, en el mismo montecillo que recorrió San Juan de la Cruz.

Las procesiones tienen dos partes; por un lado la estación de penitencia que realiza cada cofradía desde su templo hasta la Catedral entre la tarde y noche del jueves y la mañana del viernes; y por otra la Procesión de los Pasos, que tiene lugar en las primeras horas del crepúsculo de Viernes Santo.

Espectacular es el paso de la cofradía de la Asociación de Antiguos Alumnos de los Maristas y su entrada en la ciudad bajo el Arco del Socorro o el recorrido del paso de La Oración en el Huerto por el arrabal de San Lorenzo. Su contemplación hace que el viaje haya merecido la pena.

El Viernes Santo, con el crepúsculo, todas las cofradías emprenden la Procesión de los Pasos, desde la Catedral. Desfilan siguiendo el orden cronológico de la Pasión: La Oración en el Huerto, de J. Rius; La Flagelación, de José Quixal al igual que Jesús con la Cruz a cuestas; La Virgen de las Angustias, de la escuela de Juan de Juni (s. XVI); Santo Cristo de la Cruz, anónimo (s. XVII); Santo Cristo de San Marcos, escuela castellano (s. XVII); El Santo Cristo en su última palabra y La Soledad al pie de la Cruz, del segoviano Aniceto Marinas; La Magdalena al pie de la Cruz, de Sebastián Sanobra; La Piedad de José Quixal; El Santo Cristo de los Gascones (s. XII); el Cristo Yacente, camino del Sepulcro, de Gregorio Fernández (1615); y La Soledad Dolorosa. Cruzarán todos ellos los arcos del Acueducto para recogerse, posteriormente, en sus respectivos templos.

El Domingo de Resurrección la Junta de Cofradías acompaña, en procesión, a Jesús Resucitado (anónimo, s. XVI), teniendo como fondo el respirar de los campanarios de las iglesias del recinto amurallado.

La belleza de la imaginería, el entramado de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad, la solemnidad y una sincera religiosidad, han hecho que la Semana Santa de Segovia sea declarada de Interés Turístico Nacional..

Una celebración religiosa, única en el mundo, se celebra en Segovia capital desde el siglo XV, con motivo de un sacrilegio entonces cometido. El pueblo y las autoridades religiosas, para reparar la ofensa al Santísimo, acordaron que, en lo sucesivo, en el mes de septiembre se celebraran cultos solemnes en cada una de las 14 parroquias que entonces había, correspondiendo organizar los actos un año a una parroquia situada en el interior de la muralla y al siguiente a otra emplazada extramuros, y así sucesivamente. Con el paso del tiempo han ido desapareciendo parroquias, por lo que celebran su fiesta, el año que corresponda, las más cercanas al lugar donde estuvieron ubicadas las desaparecidas. Suelen celebrarse también actos culturales y de ocio.