Acueducto

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Único y magnifico, es como se define el Acueducto, obra de ingeniería romana para abastecer de agua a la ciudad que data del siglo II d.C (final   del gobierno de Trajano, ya en el de Adriano), está construido con sillares de granito unidos sin ningún tipo de argamasa desde el arroyo del Acebeda (Río Frío, localizado en el pantano de Puente Alta en la población de Revenga) hasta el Alcázar (Segovia). Fue declarado Patrimonio de   la Humanidad por la Unesco en 1985.




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Si quiere hacer un recorrido desde la ciudad, para descubrir todo el acueducto le recomendamos empezar a la altura de San Antonio el Real aquí podrá ver el segundo desarenador. Si continua por todo el muro llegará a ver las primeras servidumbres de agua y donde comienza a ser visible y los primeros arcos que deberá seguir hasta llegar a la Plaza del Azoguejo para ver el acueducto en todo su esplendor.

Una vez aquí, les recomendamos subir la escalinata para tener una visión general del Acueducto, de su altura y majestuosidad desde el mirador del Postigo del Consuelo, punto donde penetra en el recinto amurallado y los canales continúan por la zona alta de la ciudad hasta el Alcázar.

 Podrá sePLACA-ACUEDUCTO-SEGOVIa_min.jpgguir el itinerario subterráneo entre la plaza del Seminario y la entrada al Alcázar a través de 24 placas de     bronce situadas en el suelo.

En este recorrido podrá ver importantes monumentos de la ciudad como la Casa de los Picos (actual Escuela de Arte de Segovia), Mirador de la Canaleja con una panorámica a la Mujer Muerta y al Barrio de San Millán, La Alhóndiga, Iglesia de San Martín, el Torreón de Lozoya ambos situados en la Plaza de Medina del Campo rodeados de varias casas palaciegas y en medio la estatua de Juan Bravo. Ascendiendo la calle encontramos la Cárcel Real (actual Casa de la Lectura) y llegamos a la Plaza Mayor, corazón de la ciudad y decorada con un kiosko de música. En ella podemos encontrar el Teatro Juan Bravo (1917), Iglesia de San Miguel de estilo gótico donde se celebro la proclamación de Isabel la Católica como Reina de Castilla en 1474, y la Catedral, de estilo gótico tardío, con tres naves con crucero, con ábside de semicircular en la cabecera y girola, rodeadas de capillas.

Continuamos por la calle Marqués del Arco donde nos encontraremos con varios comercios rodeador de casas nobles con esgrafiados y bonitos patios, la iglesia de San Andrés de estilo románico hasta llegar al Alcázar.

 

 DATOS CURIOSOS:

  • Nombre: procede de aqua (agua) y ducere (conducir)plano-segovia-turismo2021min.jpg
  • Fechas: siglo II.
  • Primera cita escrita: 1.201 documento en la Catedral de Segovia.
  • Primeras representaciones: Canacillo románico de la Iglesia de Peñarrubias y Cantiga 107 de Alfonso X el Sabio (1.280)
  • Longitud: 16.186 m. sin contar la presa de captación de 28m. de longitud.
  • Tramo soterrado: desde la Calle Obispo Gandasegui hasta la puerta del Alcázar 1.220m. 
  • Altura máxima: 28,10 m. lo encontramos en la plaza del Azobejo
  • Número de pilares: 120
  • Número de arcos: 167
  • Dimensiones del canal: 25X30X30 cm. 
  • Caudal: 25-30l/seg.
  • Piezas de granito: 20.400
  • Volumen apróximado del gratino: 7.500 m3
  • Declaración de monumento histórico: Real Orden de 11 de octubre de 1884
  • Declaración de Patrimonio de la Humanidad: 6 de diciembre 1985

 

 

Marcas-del-Diablo.jpgLA LEYENDA:

Según la leyenda fue la pereza y no Roma la madre del Acueducto. Una muchacha que trabajaba como aguadora, harta de arrastrar el cántaro por las empinadas calles de la ciudad aceptó un trueque con el Diablo: dispondría éste del alma de la mujer si, antes de que cantara el gallo, el agua llegaba hasta la puerta de su casa. Consciente de su culpa, la joven rezó hasta al extenuación para evitar la pérdida de su alma. Mientras, una tormenta se había desatado y el demonio trabajaba a destajo. De pronto el gallo cantó y el Maligno lazó un alarido espeluznante: por una sola piedra sin colocar había perdido el alma de la muchacha. Esta confeso su culpa ante los segovianos que, tras rociar con agua bendita los arcos para evitar el rastro de azufre aceptaron felices el nuevo prefil de la ciudad. Y dicen... que los agujeros que aún se ven son las huellas de las pezuñas del demonio...