Martín Muñoz de las Posadas

Martín Muñoz de las Posadas

El origen de esta población se atribuye a Martín Muñoz, caballero acompañante del Cid Campeador en su destierro, cuyo nombre aparece con reiteración en el Poema del Mio Cid.

Existe una gran plaza en el centro de la localidad, en parte porticada, a un extremo de la cual se conserva el Palacio del Cardenal Espinosa, construcción de estilo herreriano, con un espléndido patio. En el lado opuesto, la iglesia parroquial, con tres puertas de diferentes tendencias correspondientes a tres épocas.

El interior ofrece una gran cantidad de atractivos, como los bellos sepulcros, uno de ellos del Cardenal Espinosa con estatua orante del mismo debida a Pompeyo Leoni; varios retablos de los siglos XVI y XVII; un Cristo Yacente de Francisco Díaz de Tudanca, discípulo de Gregorio Fernández; bellísimas pinturas románicas al temple de los siglos XIII y XV y un cuadro de El Greco, La Crucifixión, conservado en buen estado y protegido por cristal.

Junto a las imágenes de Cristo, la Virgen y San Juan, está, en una posición orante, la del párroco de Santo Tomé de Toledo, a quien le regaló el cuadro el artista. Este Greco siempre ha sido el orgullo del vecindario, que le defiende a capa y espada, por lo que, para asegurar su protección y que no saliera de la localidad, durante unas obras realizadas en el templo entre 1982 y 1999 permaneció custodiado en el cuartel de la Guardia Civil.

 

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