La Senda de los Pescadores

La Senda de los Pescadores

Longitud aproximada: 20 kilómetros.

Duración: de 5 a 6 horas.

Desnivel: altura máxima: 840 m. altura mínima: 790 m.

Carácter: senderismo.

Lugares de interés:

  • Villa de Cuéllar
  • Mirador de San Cebrián (Zarzuela del Pinar)

Apuntes botánicos:

  • Aliso (Alnus glutinosa)
  • Abedul (Betula alba)
  • Avellano (Corylus avellana)
  • Chopo (Populus nigra)
  • Fresno (Fraxinus angustifolia)
  • Sauce (Salix sp.)
  • Pino resinero o negral (Pinus pinaster)
  • Pino silvestre (Pinus silvestris)

Desde el vértice geodésico situado junto a la ermita de San Cebrián en el término municipal de Zarzuela del Pinar, puede contemplarse hacia el norte, una de las masas arbóreas más extensas de Europa. Un increíble bosque de pino resinero o negral se extiende en todas las direcciones casi hasta donde la vista puede llegar a abarcar. Esta impresionante masa forestal es conocida como Tierra de Pinares.

Encaramados a este mirador natural nada hace pensar en una de las joyas que este bosque esconde. El río Cega atraviesa la Tierra de Pinares segoviana en dirección SE-NW desde las inmediaciones del puerto de Navafría. Cuando se interna en esta extensa zona de pinares lo hace excavando en su suelo arenoso llegando en algunos tramos a los 60 metros de altura con respecto a la llanura arenosa. Esta timidez de la que el río hace gala esconde un verdadero tesoro botánico a lo largo de su curso: chopos, sauces, fresnos, alisos, avellanos, manzanos silvestres, espino albar, un largo etcétera de plantas herbáceas y sobre todo dos auténticas sorpresas por lo extraño de su situación geográfica, tanto que se cree su existencia anterior a las últimas glaciaciones del cuaternario, son el pino silvestre y sobre todo el abedul.

Sin embargo la especie predominante en esta comarca que atraviesa el río Cega es indiscutiblemente el pino resinero o pino negral. Y tanto es así que durante siglos éste ha sido fuente de riqueza y modo de vida de las poblaciones limítrofes. Del pino se aprovechaba y se aprovecha casi todo, desde su madera para fabricar utensilios de labranza y materiales de construcción hasta sus ramas y piñas para hacer carbón vegetal, el cisco, que se usaba en los braseros y cocinas; sus hojas verdes para la cama del ganado y una vez secas, el barrujo, como combustible para calentar las glorias. Ya en épocas más recientes se aprovechó, y todavía hoy se sigue haciendo, para la obtención de la resina, de la que se consigue esencia de trementina o aguarrás y colofonia. Actualmente estos bosques atesoran una riqueza micológica sumamente importante y que hace que cada otoño estos pinares y sobre todo en fines de semana se llenen de aficionados a tan suculento manjar.

Por todo ello se podría hablar de una cultura, “La Cultura del Pino”, que ha hecho que durante siglos el hombre encuentre su medio de vida en la conservación de un espacio único y que es, ahora más que nunca, necesario conservar para las generaciones futuras.

 

Descripción del itinerario

Comienza este itinerario en el Puente Segoviano situado en la carretera A-601 y apenas a 3 kilómetros de la villa de Cuéllar.

Desde hace algunos años se decidió acondicionar el margen derecho del río para el disfrute no sólo de los pescadores sino de aquellas personas amantes de la naturaleza. El trayecto acondicionado está dividido en 7 tramos que suman un total de 16,5 kilómetros. Nosotros recorreremos todo este trayecto y enlazaremos en la parte final con otro sendero señalizado: senda el manzano-sotocivieco.

Todo nuestro camino discurre junto al río que guiará nuestros pasos a través de este bosque de ribera. Ya desde los primeros metros sorprende la frondosidad de la espesura que a ambos lados forma el bosque de galería. En estos primeros tramos abundan los chopos, pero también lo hacen fresnos, sauces, y alisos, especies que acompañan a los ríos y que necesitan una gran humedad en los suelos que pueblan, estando siempre ligados a los cursos de agua. Pero éstas no serán las únicas especies vegetales que podamos encontrar a lo largo de nuestro itinerario. Pronto nos sorprenderá la presencia del avellano que, en un número relativamente importante, se ha asentado en estas riberas. En otoño podremos contemplar sus frutos.

A escasos 2 kilómetros del puente donde iniciamos nuestro recorrido nos toparemos con los primeros ejemplares de abedules. La presencia de este árbol no es rara en la provincia de segovia pero sus escasas poblaciones se encuentran enclavadas en los cursos altos de los ríos, en las zonas más umbrosas de los valles de la sierra segoviana, por eso lo excepcional de su localización en el cañón del tramo medio del río Cega.

Al igual que el abedul, sorprende también la presencia de ejemplares de pino silvestre, no sólo en el recorrido que nos ocupa sino también en una zona concreta conocida como los valsaínes, haciendo referencia a la localidad serrana de valsaín y que da nombre entre las gentes de las poblaciones cercanas a tan elegante y esbelto pino.

Al final de nuestro último tramo que discurre junto al río, remontamos el talud de tierra por medio de unos escalones asentados con madera, hasta un pequeño área recreativa formada por mesas y bancos de madera donde podremos hacer un descanso o aprovechar para echar un bocado al contenido de nuestras mochilas.

Nuestro camino continúa ahora por el borde del cañón, obteniendo una panorámica aérea del curso del río. Durante estos últimos kilómetros andaremos en el dominio del pino resinero asentado sobre un inmenso arenal. aquí podremos ver el trabajo efectuado por los resineros en los troncos de los pinos para extraer el preciado tesoro de la resina.

A la altura del paraje conocido como El Manzano-Sotocivieco nos toparemos con una antigua caseta de resineros de un característico color blanco y que éstos usaban para refugiarse de las inclemencias del tiempo y también para guardar sus herramientas. desde aquí sólo nos queda seguir los postes de señalización de la senda en dirección a la carretera apenas a un kilómetro. En el pequeño parking acondicionado junto a ésta daremos por finalizado este itinerario que nos ha dado a conocer uno de los tramos medios de río mejor conservados de europa y es obligación de todos que siga siendo así.

  • Dónde. El comienzo de este itinerario se sitúa en el puente segoviano en la A-601 de Segovia a Valladolid a 3 kilómetros de la villa de Cuéllar.
  • Cuándo. Cualquier época del año es buena para realizar este itinerario lineal y sin desniveles acusados, de aproximadamente 20 kilómetros y de dificultad baja. Si la distancia del recorrido nos parece excesiva podremos realizar algunos tramos de río y volver a través del pinar.
  • Quién. Itinerario apto para cualquier persona y especialmente recomendable para grupos escolares por su interés medioambiental.
  • Cartografía. Hojas 401-IV y 429-II escala 1:25.000 del Servicio Geográfico Nacional.
  • Curiosidades. En 1616 y 1656 se prohíbe la pesca en el río cega debido al descenso de las poblaciones de peces existentes como consecuencia del uso de una planta: El gordolobo.

Muy abundante en toda la provincia, posee unas sustancias químicas, las saponinas, muy tóxicas para los animales de sangre fría. Así se usaban las varas verdes cuando estaban en flor y se golpeaba con ellas la superficie del agua. (Emilio Blanco Castro. “etnobotánica segoviana”).