Ruta Pedraza y Pueblos Serranos

Ruta Pedraza y Pueblos Serranos

España es mundialmente conocida por sus bellos paisajes, su extensa Historia y su alabada gastronomía... La provincia de Segovia es una buena muestra de eso. En esta ruta te proponemos justo eso. Sentir nuestra cultura, tan serrana y castellana que nos impulsa hacia otros lugares.

Iniciamos nuestra ruta desde Segovia por la N-110, un camino cargado de aromas de la sierra y de rica gastronomía, de iglesias románicas, de galerías porticadas y por supuesto, del mejor ejemplo conservado de villa fortificada: Pedraza.

Pasamos por el floreciente Torrecaballeros, bien surtido de afamados figones y de una Iglesia dedicada a San Nicolás de Bari; estamos en plena Cañada Real y desviándonos 2 km hasta Cabanillas del Monte encontraríamos el Rancho-Esquileo, edificio relacionado con la Trashumancia y el comercio de la lana.

Proseguimos hasta Sotosalbos, escenario de vivencias del Arcipreste de Hita, que es hoy un apacible y cuidado pueblo serrano de buen caserío y mejores yantares. Cuenta con la excepcional Iglesia románica de San Miguel Arcángel, de bella galería porticada y peculiar museo en su interior, el cual alberga la imagen de la Virgen de la Sierra del s. XII, perteneciente al antiguo Monasterio de Santa María de la Sierra, cuyas ruinas aún pueden verse entre el bajo monte de Collado Hermoso.

A continuación nos desplazamos a Pelayos del Arroyo: protegido por matas de enebro y encina, y en el que encontramos la Iglesia románica de San Vicente, que fue construida con la sencillez del calicanto, pero con gran riqueza artística en la decoración de canecillos, arquivoltas de la portada y sobre todo en los frescos de su interior del s. XIII. Atesora también, cuatro tablas hispano flamencas, atribuidas al maestro de los Claveles de finales del s. XV. Nos adentramos por la ruta hasta Valdevacas y Guijar, que cuenta con la Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz, con partes románicas y otras del s. XVII. Dejamos que nuestro vehículo discurra tranquilo por las suaves colinas calcáreas, pasando por pueblos con tanto sabor como Pajares de Pedraza y llegando a La Velilla, para desviarnos 3 km a la derecha, por la SG-P- 2322, y contemplar la singular belleza de la Iglesia porticada de la Virgen de las Vegas. Su construcción se levanta sobre el paraje de una villa romana, que pasó seguidamente a mausoleo paleocristiano, continuado por otro templo visigodo, para terminar con una arquitectura románica de tres naves.

 

Llegamos a Pedraza

Volvemos a La Velilla, para tomar el desvío hacia Pedraza, cuyo perfil enseguida distinguiremos encastillada en lo alto de una loma, luciendo como joya intacta el lustre de su pasado; cabeza de su Comunidad de Villa y Tierra, y posible cuna del emperador Trajano, conserva el trazado de sus murallas que cruzamos a través de la Puerta de la Villa para poder recorrer, sumergidos en su encanto de dorada piedra, sus calles formadas por vetustos caserones blasonados, reflejo de su esplendor de los s. XVI y XVII, cuando la Villa era habitada por ricos mercaderes, que trataban con la lana y el ganado.

En su amplia plaza porticada, encontramos siempre un buen solaz, para disfrutar en sus mesones y viejas tabernas, se trata de un espacio donde correr los toros, celebrar festejos, así como los afamados Conciertos de las Velas, con más de 25.000 teas ardiendo por toda la Villa, en las noches de los dos primeros sábados de julio.

En el recorrido que proponemos, podemos visitar la Cárcel de la Villa, la Iglesia de San Juan, la de Santo Domingo y de Santa María, el Castillo que alberga una colección de pinturas de Ignacio Zuloaga y la Casa del Águila Imperial, Centro de Interpretación de gran interés, ubicado en la antigua Iglesia de San Miguel. Quien tenga más hambre de románico puede acercarse a Orejana para degustar la Iglesia de San Juan Bautista, también de exquisita galería porticada en piedra caliza.

 

Y para terminar …

Para completar la jornada, nos desviamos a Navafría, zona de montes repletos de pinos silvestres, cascadas y la curiosidad de un antiguo martinete para batir el cobre golpe a golpe. De regreso a Segovia, nos detenemos en Collado Hermoso, lugar idóneo para un paseo o comprar unos buenos bollos; desde aquí avistamos las sugerentes ruinas de Santa María de la Sierra, antiguo monasterio cisterciense del s. XII, hoy de propiedad privada.

 

 

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