PENSIÓN FORNOS Tipo: PDirección: C/ Infanta Isabel, 13 2º ACódigo Postal: 40001Población: SEGOVIATeléfono 1: 921 460 198Número de Habitaciones: 7Número de Plazas: 13Email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Web: www.hostalfornos.comAccesibilidad: SIWiFi: SIDescripción Con la resurrección del Fornos renace uno de los hoteles más antiguos y literarios de Segovia. En sus habitaciones dormían los más destacados visitantes de la Segovia de principios de siglo. Ramón y Cajal, Unamuno o Jacinto Benavente o el ex sultán de Marruecos, se alojaron en el hotel Fornos, que también era un punto de encuentro de la ciudad donde la “alta sociedad” o los intelectuales celebraban fiestas y banquetes. Ahora, el hotel ha resucitado como hostal, con una restauración que recupera el espíritu bohemio, artista y elegante de antaño. Los edificios forman parte de la memoria más aparentemente duradera y sin embargo endeble de la ciudad. Este siempre ha estado ahí, en el centro de la ciudad, en plena calle Infanta Isabel. En las primeras décadas del siglo fue uno de los hoteles más grandes y prestigiosos de Segovia, que respondía al suntuoso nombre de Gran Hotel París-Fornos. Uno de esos hoteles que a principios de siglo eran uno de los centros de la actividad pública, especialmente la cultural, en sus salones se desarrollaba la burbujeante vida social de la época, con bailes y otras lindezas con las que se entretenían nuestros abuelos. Después vino el olvido y su conversión definitiva en pisos particulares. Pero el espíritu del Fornos estaba pidiendo una resurrección. Y la resurrección vino de la mano de Quique y José Santana, que hicieron todo lo posible por reconstruir no sólo el espacio sino también el espíritu de aquel hotel, convertido hoy en lujoso hostal que regenta Rosa Sancho. Aunque los detalles arquitectónicos prácticamente habían desaparecido, el nuevo hostal Fornos conserva la estructura de un ala del hotel, que en sus buenos tiempos ocupaba toda la manzana. Además se han preservado algunos detalles como las columnas interiores de acero (muy parecido, por cierto, a las que se pueden ver en el teatro Juan Bravo) y, por supuesto, la puerta de entrada, con sus batientes y vidrios interiores incluidos, una pieza extraordinaria de madera tallada con adornos de estilo modernista.