Villaseca En plenas Hoces del Duratón nos encontramos Villaseca, un lugar donde existe un yacimiento visitable: la Cueva de los Siete Altares Cueva de los Siete Altares En el cañón que forman las Hoces del río Duratón en tierras de Sepúlveda se localizó, en los inicios de la Edad Media, una notable concentración de ermitaños. Entre los lugares donde se refugiaron estos monjes y donde se practicó el culto cristiano, destaca una iglesia o capilla rupestre conocida como la Cueva de los Siete Altares que, aparentemente, constituye uno de los lugares de culto cristiano conocidos más antiguos de la zona, probablemente de época visigoda. La cueva es de muy reducidas dimensiones, apenas un covacho que presenta tallados en la roca caliza de una de sus paredes cuatro altares u hornacinas que, en todos los casos, semejan arcos de herradura y se encuentran decorados con decoraciones geométricas talladas o grabadas en la propia roca y resaltadas con pintura roja. El lugar se encuentra protegido por una reja que no impide la contemplación de los restos arqueológicos, y cuenta con un atril con información sobre las características del lugar y sus referencias históricas. En el exterior puede apreciarse una quinta hornacina, de aspecto más sencillo que las interiores, así como los soportes para una posible cubierta o techado tallados en la roca. Acceso y condiciones de la visita. La cueva se abre en la pared de la margen derecha del río Duratón, un centenar de metros agua arriba del puente que atraviesa el río en la carretera de Sebúlcor a Villaseca. El acceso no es sencillo, dado que hay que trepar el roquedo, y se complica algo más en la bajada.