Qué ver en Ayllón, histórica villa medieval de Segovia

Qué ver en Ayllón, histórica villa medieval de Segovia

“Ayllón es de lo más hermoso que puede verse”, escribió en 1909 el pintor Ignacio Zuloaga, divulgador internacional de los paisajes y tipos de Castilla. Este pueblo segoviano, situado cerca del puerto de Somosierra y de la Cañada Real, fue un lugar que atrajo a numerosos personajes históricos, cuyo recuerdo puede rememorarse en sus bellas calles. Son varios los monumentos que ver en Ayllón, que funcionan además como un repaso a la historia.

 

Un poco de historia de Ayllón

Situado en un lugar de paso para los ganados trashumantes y las comunicaciones norte-sur, su cerro fue fortificado por el pueblo celtibérico de los vacceos, que le dio el nombre de Trabasosona. Posteriormente, los romanos lo llamaron Holón o Halón. Derivaría en Agerholón hasta transformarse en Ayllón.

A diferencia de las cercanas Burgo de Osma y Maderuelo, fortalezas cedidas por los musulmanes al conde Sancho García hacia el año 1010, Ayllón permaneció como avanzadilla mora al norte del Sistema Central hasta 1085. En este momento fue conquistada por los cristianos. En los siglos XII y XIII fue escenario de numerosos enfrentamientos nobiliarios, siendo conquistada en varias ocasiones. Solo alcanzó una cierta estabilidad cuando tuvo como señoras a reinas y princesas, como Doña Berenguela y Doña Violante.

En 1295 nació la leyenda de “El Milagro de las Cruces”. En esa fecha habían señalado los judíos la venida del Mesías, así que cristianos y judíos salieron en procesión hacia el convento de San Francisco, uno de los lugares destacados que ver en Ayllón. Pero el pronóstico judío no se cumplió y eso se interpretó como un triunfo de la Santa Cruz, algo que se venera en la fiesta y romería que lleva dicho nombre.

La riqueza de Ayllón se debe a que era el principal lugar de paso de la trashumancia de ganado merino entre Segovia y Soria. La Mesta, la asamblea de ganaderos, se reunía cada año, en primavera, al norte de la localidad. Por toda la ladera norte de la sierra había numerosas instalaciones de esquileo y lavado de la lana, desde donde se exportaba a los telares segovianos y al extranjero.

Por su proximidad al estratégico puerto de Somosierra, en 1808, la villa fue ocupada por tropas francesas. Sus malas relaciones con la población se tradujeron en todas clase de destrozos del patrimonio. En el pueblo se recuerda que quemaron el retablo de la iglesia de Santa María la Mayor, que ni siquiera habían acabado de dar forma.

A comienzos del siglo XX fue redescubierta por el pintor Ignacio Zuloaga que llevó allí a su amigo Gregorio Marañón. Del 16 al 23 de diciembre de 1931, Ayllón se convirtió en anfitriona de una de las primeras Misiones Pedagógicas, una iniciativa del gobierno de la Segunda República para llevar la cultura a los habitantes del medio rural.

 

Lugar de reyes y nobles

Su fortaleza acogió a numerosos reyes durante la Edad Media: Alfonso VII, Alfonso VIII, Fernando IV el Emplazado, Pedro I o Enrique II. Acudían a descansar y a cazar en los grandes bosques de la zona. El 16 de julio de 1411, Fernando de Antequera, señor de Ayllón antes que rey de Aragón, invitó allí a la reina de Castilla, Catalina de Lancaster, y su hijo Juan II. Poco después llegó el futuro santo Vicente Ferrer. Por su influencia, la reina otorgó allí las llamadas “Leyes de Ayllón”. De esta manera, se restringían los derechos civiles de mudéjares y judíos, con el objetivo de inducirles a convertirse al cristianismo.

 
El señorío de Ayllón pasaría en 1420 al gran caballero don Álvaro de Luna. Era su premio por haber conseguido liberar en Tordesillas al rey Juan II. El nuevo señor fortificó la villa, dejando su impronta en diversos edificios. Allí se refugió en sus destierros. Ayllón atrajo al rey Juan II y a muchos magnates en los tiempos en que acaparó todo el poder del reino. A mediados del siglo XIX fue también parada de descanso de la Emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo. Su hermana tenía allí la llamada “Casa de las Doncellas”.
 

Qué ver en Ayllón

Una ruta por los lugares que ver en Ayllón comienza en la carretera, pues el puente de la Villa sobre el río Aguisejo, construido por la Comunidad de Villa y Tierra en 1661, es uno de los atractivos de la villa. Se reconstruyó en 1782 bajo el reinado de Carlos III.

En 1876 el alcalde decidió derruir las puertas de Languilla y de San Juan para facilitar el acceso de carruajes grandes al casco urbano. Hoy puede verse una tercera, denominada “el Arco”, que da acceso al antiguo recinto amurallado. Inmediatamente se encuentra el palacio de los Contreras. Se reconoce por la marca del cordón franciscano y los escudos de la portada de piedra levantada en 1497 por don Juan de Contreras, señor de Ayllón. Perteneció un día al condestable don Álvaro de Luna. En su interior conserva artesonados de la primera época. Está declarado Monumento Nacional.

La calle Pellejeros que dobla a la izquierda nos lleva al palacio del Obispo Vellosillo, en la plaza que lleva su nombre. De fachada renacentista, se edificó a finales del siglo XVI. Fue restaurado tiempo después y hoy en día alberga el Museo de Arte Contemporáneo de Ayllón. Posee más de 250 obras de pintores de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, como Genovés, Bárjola o Lucio Muñoz, que acudieron a pintar allí. También incluye un taller de restauraciones artísticas.

Por la calle del Pozo se accede a la casa de la Torre. Perteneció desde principios del siglo XVI al Cabildo, para pasar luego a manos de varias familias nobles. Continuando hacia la plaza Mayor, se topa el viajero con el edificio del ayuntamiento, que fue residencia de los primeros Marqueses de Villena, de los que conserva los escudos de armas en su fachada. El edificio era un palacio a comienzos del siglo XVI. Su fachada se modificó en 1622 y se adaptó en 1640 para ofrecer servicios administrativos y para hacer las funciones de sala de juntas. En 1756 se colocó el reloj. Entre 1808 y 1809 lo ocuparon y destrozaron las tropas francesas. El artesonado original en madera policromada y su archivo se perdieron 1945 a causa de un incendio. Es uno de los edificios que ver en Ayllón.

Flanquean el ayuntamiento, por un lado, la iglesia de San Miguel y, por otro lado, la llamada Casa de Eugenia de Montijo. Esta Casa-Palacio de la Emperatriz Eugenia de Montijo, por su parte, perteneció en 1693 a la familia Vellosillo. Se denominaba Casa de las Doncellas. A mediados del siglo XIX perteneció a doña María Francisca de Sales Portocarrero, hermana mayor de la Emperatriz Eugenia de Montijo. En su portada figura el escudo heráldico de la Emperatriz de Francia, pues allí descansaba en los trayectos entre París a Madrid.

Situadas entre las calles Real y El Parral, y alrededor de la plaza Ángel de Alcázar, hay otras casas y palacios que ver en Ayllón que dan idea de su esplendor: la casa de la Sal, las casas de San Juan, las de las Beatas de Lara, las de Villazán o la casa del Águila, que se construyó en 1615 e incluye un escudo de armas de las familias Guzmán, Robles, Cabrera y Maldonado.

Por otro lado, siguiendo el paseo de las Bodegas se llega a los restos de la muralla árabe, conocida como Los Paredones. El castillo estaba en un cerro circundado por un tapial denominado de esta manera, con vigas perpendiculares empotradas en los muros y tableros apoyados sobre ellos. Hoy solo quedan ruinas.

Los templos religiosos de Ayllón

Con respecto a la iglesia de San Miguel, uno de los monumentos que ver en Ayllón, destaca su espadaña, su portada y los ábsides románicos. La portada luce un arco con rosetones, zig-zag y ajedrezados. La puerta fue traída de la capilla de San Sebastián, de la iglesia de San Juan. De esta interesa su ábside, con capiteles foliados y canecillos, así como la ventana central en aspillera. Su torre formó parte de la muralla. Como curiosidad, en 1675 el Cabildo acordó construir en ella un mirador de madera para asistir a los festejos taurinos. Una reciente restauración lo ha eliminado. De propiedad privada, tiene una capilla gótica dedicada a San Sebastián y un arco triunfal. Este da acceso a la capilla mayor, donde están enterradas las familias Nuñez y Daza. En 1621 se construyó detrás de ella una nevera. Su hielo se vendía los meses de verano.

Detrás del Ayuntamiento, sobre la plaza Ángel de Alcázar, se sitúa Santa María la Mayor, la parroquia más antigua de Ayllón. Se edificó en el solar de la sinagoga clausurada por San Vicente Ferrer en 1411. También tiene elementos de un edificio previo románico. Las obras para levantar el templo comenzaron en 1613 y finalizaron, con la espadaña, de 1724. En el exterior se puede admirar el crismón y esculturas procedentes de otros templos. El retablo mayor actual fue adquirido en 1840 a los propietarios de un convento para sustituir al anterior retablo, quemado por los franceses en 1808. Incluye la imagen de la Virgen de la Estepa, que se venera como patrona. También un altar dedicado al Santo Cristo de Santiago.

 

Saliendo de la iglesia, por la travesía Mediavilla, se llega a la calle del Castillo. Por ella se asciende hasta la torre Martina, lo único que queda de la primitiva iglesia de San Martín, a su vez construida sobre el viejo castillo, destruido en 1295. Esta torre conserva restos celtibéricos. Es otro de los rincones que ver y explorar en Ayllón.

Los alrededores de Ayllón

Los alrededores de Ayllón son también muy ricos en belleza e historia. Una buena escapada desde Ayllón es el cercano parque Natural de las Hoces del río Riaza, lugar de avistamiento de buitres y agradables paseos. En verano es posible bañarse o hacer piragüismo en el pantano. También se puede visitar el hayedo de Riofrío o de Riaza, o seguir hasta el cercano hayedo de la Tejera Negra. Si lo que prefiere el viajero son pueblos, muy cerca está la pintoresca localidad de Riaza y también Maderuelo, uno de los pueblos más bonitos de Segovia. Un poco más lejos está Aranda de Duero, pero merece la pena visitarla si se desea descubrir las bodegas de la DO Ribera del Duero.

 

 

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Fuente: Españafascinante.com