Emociónate con los pueblos negros, rojos y amarillos de Segovia Saben los artistas que los colores nos hablan y provocan emociones. Depende de cómo los percibamos, en qué entorno estemos situados y de nuestra actitud para vivir las sensaciones que nos transmiten. El organismo Prodestur de la Diputación de Segovia te propone una visita emocionante para este fin de semana. Vístete hoy de pintor o pintora para hacer una inmersión de fantasía en unos pequeños pueblos ubicados a los pies de la Sierra de Ayllón, en las comarcas de Tierra de Ayllón y Tierra de Riaza y dentro de la cuenca del río Duero. Como en un lienzo, cada pueblo tiene asignado un color de una elaborada paleta geológica; negro de pizarra, rojo de arenisca ferruginosa y amarillo de cuarcita que pintan sus calles, muros y tejados. Estos pueblos de color con mucha esencia te harán sentir a veces emociones enfrentadas: calma, curiosidad, nostalgia o emociones estéticas, como cuando admiramos una obra de arte. Unos, con apenas habitantes, mantienen su silencio pero en otros se nota la esperanza en sus vecinos con casonas rehabilitadas y alojamientos rurales abiertos en los alrededores. Si quieres experimentar la conexión con el entorno rural a través de los colores, ahora tienes la oportunidad de preparar tu propia ruta, la ruta del color, para descubrir estos pueblos negros y rojos y disfrutar de este destino turístico espectacular. Antes de nada presentamos a los ocho pueblos que puedes visitar en esta ruta de contrastes tomando como punto de partida Riaza o Ayllón y que veremos con detalle más adelante: Pueblos negros: El Muyo, Serracín, El Negredo y Becerril; Pueblos rojos: Madriguera y Villacorta y Pueblos amarillos: Alquité y Martín Muñoz de Ayllón. Históricamente estos pueblos han usado los materiales de construcción de los recursos naturales más cercanos. «Un buen ejemplo de optimización en el empleo de los recursos naturales, economía de subsistencia e integración en el medio«. El piedemonte de la sierra de Ayllón está formado por tres conjuntos de rocas que condicionan el color de estas localidades al usarlas en su arquitectura: Pizarras: Las placas, por sus propiedades, se han usado tradicionalmente en muros y tejados y pintan de tonos oscuros la sierra; Brechas ferruginosas: fáciles de trabajar para hacer muros y paredes. Su alto contenido en hierro llevó a intentar la explotación de minas en algunos pueblos, incluso se encontraron indicios de oro, y Cantos rodados de cuarcita de color rojizo, que añaden el color pardo y el anaranjado al entorno si se complementa con la “almagrera”, como se le llama localmente a la arenisca arcillosa de la zona. Una ruta tricolor con encanto para recorrerla Slow Te sugerimos un itinerario diferente para hacer en coche o en moto, quizás en otoño e invierno para apreciar más sus colores. Regálate una escapada de dos días para poder visitar todo y camina tranquilamente por las calles de los pueblos de color viviendo y sintiendo. Una buena excusa para practicar el Turismo Slow. La ruta puede iniciarse en la señorial y medieval localidad de Riaza para luego continuar por la carretera SG-V-1111 hasta Alquité, puerta de los pueblos rojos y negros. Después a Martín Muñoz de Ayllón y de vuelta a Alquité, viajamos a Villacorta. Te sorprenderás por los cambios de color. Hay que desviarse a Becerril, oasis de paz y de pizarra negra y volviendo a Villacorta continuamos a Madriguera en tonos rojizos. ¿Y si picas algo ahí? Desde ese punto de descanso vamos a visitar Serracín y El Muyo, aldeas negras y silenciosas. Visita obligada es Ayllón, la bonita villa medieval amurallada de color rojizo Conjunto Histórico Artístico y uno de los pueblos más bonitos de España. De camino, vemos El Negredo, Estebanvela y Ribota. Reparte tu tiempo para que puedas ver uno de los atardeceres fantásticos de la Provincia de Segovia desde el mirador de Peñas Llanas, de nuevo en Riaza y al que se accede desde la ermita de Hontanares. Pueblos rojos: Madriguera: Pueblo rojo por excelencia con una arquitectura integrada en el paisaje y el mejor conservado. Mantiene la antigua construcción con muros de arcilla roja autóctona y piedra ferruginosa que a veces contrastan con el gris de la pizarra y el blanco del cuarzo. Villacorta: Casas de color rojo vivo por los materiales típicos del lugar. Aldealázaro,Pedanía de Ribota: Para los amantes de la bici hay varias rutas muy especiales: Ruta BTT Ribota La Ruta de los depósitos de agua ¡Qué curiosa! Estebanvela: Como complemento a la ruta y si el tiempo acompaña, podrás hacer una parada en el área recreativa en la Ermita del Padre Eterno con bancos y mesas en una pradera con chopos donde cada año se celebra una romería pintoresca. Pueblos negros: El Muyo: Pequeño pueblo muy tranquilo y aún en el pasado. Su nombre parece que deriva de la palabra “mutilado”. ¿Quizás su fundador? Una curiosidad, el grafito de sus rocas se utilizó para hacer toscos lapiceros. El Negredo: Tiene pocos vecinos. Lo rodean encinas y sus casas se cubren de tejados negros. Serracín: Con casas tradicionales humildes y algunas pavimentaciones originales construidas con pizarra. Se diferencia de los otros pueblos negros porque hay muros con arenisca ferruginosa que le da un toque rojizo. Becerril: Árboles y estrellas. Su entorno natural alberga La Tejeda de Becerril con tejos nobles y en La Acebeda ejemplares de haya, fresno o roble melojo que fueron incluidos en el Catálogo de árboles nobles del nordeste de Segovia: ¡Buen dato botánico! Becerril forma parte de la red de miradores estelares de la provincia de Segovia localizados a lo largo del paso de la Cañada Real. Este mirador Segovia Starlight es perfecto para los amantes del Astroturismo. Pueblos amarillos: Alquité :Sencilla localidad de tonos amarillos, pardos y ocres desde donde se aprecia la sierra y la llanura. Martín Muñoz de Ayllón :Se dice que el nombre proviene de un general del CID llamado así y citado en el Cantar del Mío Cid. Precioso lugar donde ver los muros de cuarcita amarilla entremezclados con pizarra con tejados al estilo segoviano. Fuente: Segoviaudaz