Qué ver en Maderuelo, uno de los pueblos más bonitos de Segovia En un cerro alargado rodeado de muralla se encuentra Maderuelo, una localidad que ha mantenido la arquitectura de adobe, madera y piedra de sillería característica de la zona. También el ambiente medieval resaltado por el periódico aleteo de los buitres leonados de una próxima reserva de aves. Lo que el viajero encontrará en Maderuelo puede sorprenderle, también los alrededores. Por ejemplo, el Parque Natural de las Hoces del río Riaza, donde en verano es posible bañarse o hacer piragüismo, es un paisaje precioso en esta bella provincia de Segovia. Con todo esto, son muchos los lugares que ver en Maderuelo y cercanías. Vamos a repasarlos. Un poco de historia de Maderuelo La comarca estuvo formada por densos bosques en los que la principal ocupación era la caza y la cría de ganado. Estuvo poblada por la tribu celtibérica de los arévacos. Después de ser dominada por los romanos, quedó comprendida en la demarcación conocida como el conventus de Clunía, en Coruña del Conde, actual provincia de Burgos. En dos piedras sillares se ha encontrado cincelado lo que sería el tablero de un juego de mesa empleado por los romanos, llamados alquerque. En la alargada colina debieron instalarse también los visigodos. Dejaron alguna estela de piedra con inscripciones geométricas. En el siglo X debió ser una de las poblaciones conquistadas por el conde Fernán González. Sin embargo, queda en una zona fronteriza, objeto de disputa entre moros y cristianos durante más de un siglo, cambiando a menudo de manos. En el 939 debió de ser una de las muchas poblaciones arrasadas por el califa Abderramán III. Posteriormente fue ocupada por Almanzor. En el año 1010 el conde Sancho García de Castilla es llamado por el príncipe cordobés Suelimán para ayudarle a poner orden tras la muerte de Almanzor. Como pago recibió numerosas fortalezas situadas entre el río Duero y las montañas del Sistema Central. Hacia el 1076 el rey Alfonso VI concede un generoso fuero a la villa de Sepúlveda que permite repoblar toda la zona. En este periodo se pudo amurallar y construir el castillo. Hacia finales del siglo XI se erige la interesante ermita de la Vera cruz, junto al cauce del río Riaza. Poco después se constituye la Comunidad de Villa y Tierra de Maderuelo, que llegó a reunir una decena de parroquias. Se encontraron en la localidad restos de trece templos distintos. Como villa de realengo, hasta el siglo XV Maderuelo será intercambiada por las dinastías reales. De doña Leonor de Navarra a don Juan de Aragón y de Sicilia, que nombra regidor a Don Diego de Sandoval. Al subir al trono navarro don Juan realiza el trueque de esta villa por la de Castrogeriz en 1430. Es así como Maderuelo pasa a manos de Don Álvaro de Luna, valido del rey Juan II de Castilla. En el tiempo de los Reyes Católicos era regidor Gabriel Fernández Manrique, conde de Osorno. Cedió su gobierno a don Juan Pacheco, marqués de Villena. Más adelante, durante el Trienio liberal, por el Real Decreto del 27 de enero de 1822 se anexiona Maderuelo y otras poblaciones segovianas a la provincia de Burgos. Lo derogó Fernando VII un año más tarde. En el año 1951 se inauguró el embalse de Linares, en el río Riaza. Esto sumergió el pueblo de Linares del Arroyo, provocando el práctico despoblamiento de Maderuelo. Esa condición de lugar casi despoblado indujo al naturalista Félix Rodriguez de la Fuente a promover el Refugio de Aves Rapaces de Las Hoces del Riaza. Se inauguró en 1975 por el entonces Príncipe de España Don Juan Carlos de Borbón. Qué ver en Maderuelo Antes de entrar al pueblo, al lado del embalse se encuentra la ermita de la Vera Cruz, lugar imprescindible de Maderuelo. Se erigió posiblemente hacia finales del siglo XI sobre un templo visigótico. Sus impresionantes frescos románicos fueron trasladados al Museo del Prado, quedando en la iglesia una reproducción. También frente al pueblo está la ermita de la Virgen de la Castroboda. Es la patrona del pueblo y en su honor se erigió este templo, a finales del siglo XVIII. Para entrar a la villa es preciso franquear la muralla a través de un arco que da acceso a la plaza de San Miguel, presidida por la iglesia del mismo nombre, un templo de estilo románico tardío. Su campana se tañía hasta hace pocos años para ahuyentar los desastres que podían acarrear las tormentas. Se conserva la talla policromada de San Miguel del siglo XVI, una talla de la Virgen de los Descalzos traída de una ermita desaparecida y la talla de la Virgen de los Remedios. También piedras labradas con una mujer tumbada, una cruz y un león en uno de los muros de las naves. Desacralizada, se emplea para usos culturales. Allí, en la noche de Reyes se procede al reparto de juguetes a los niños del pueblo. La plaza de Santa María separa las dos calles principales del pueblo. Calle de Abajo y calle de Arriba en cuyo subsuelo se encuentran los laberínticos pasadizos de Maderuelo. Según una leyenda local, en uno de ellos se esconde el tesoro de don Álvaro de Luna, el valido del rey Juan II de Castilla. Al final de la calle de Arriba se encuentra la iglesia de Santa María. Es un templo románico de planta rectangular y ábside circular. Tiene en su costado otra nave con un pórtico cubierto en el que se encuentran las denominadas Puertas de Hierro. Se accede a la iglesia por la llamada Puerta del Perdón. Dentro llama la atención su techumbre original de madera. También la pila bautismal de piedra labrada y el coro desde el que parte la escalera a la espadaña del siglo XVII, con sus cinco campanas. Más detalles de la iglesia. En los altares de las naves laterales está el Santo Cristo del Crucero, del siglo XV. Los parroquianos lo sacan en procesión para implorar la lluvia, así como un sagrario labrado en madera usado en Jueves y Viernes Santo. El retablo mayor fue obra del segoviano Gabriel de Sosa, del año 1580. Conserva también, en una urna de cristal, la momia incorrupta de una niña que se encontró vestida y calzada. Su indumentaria no está completa pues fue expoliada. Del antiguo castillo solo subsiste un torreón en la parte trasera de esta iglesia, y en sus proximidades restos de la antigua muralla. Lo que sí pueden verse son tres caserones románicos. Uno de ellos es residencia de un gran artesano del cuero, Faustino Abad. Sería interesante incluirlo en la lista de sitios que ver en Maderuelo. Fuente:españafascinante.com