El auge de alquileres turísticos “alegales” satura el turismo rural en la provincia

El auge de alquileres turísticos “alegales” satura el turismo rural en la provincia

El auge de alquileres turísticos “alegales” satura el turismo rural en la provincia

Los propietarios de casas rurales reclaman la regulación del sector en la provincia para evitar el “intrusismo” de particulares que alquilan viviendas, ejerciendo “competencia desleal” hacia los hosteleros.

La provincia de Segovia ha registrado en el primer trimestre del año 188.705 visitantes, de los cuales 31.088 escogieron un alojamiento rural para su estancia.Además experimentó un aumento del 17,55 por ciento en la ocupación. Segovia acoge 463 alojamientos de turismo rural con una capacidad de 4.270 plazas y 469 viviendas turísticas registradas, que juntas suman 4.383 plazas disponibles.
No obstante, la proliferación de particulares que ofertan domicilios o segundas residencias como alojamientos turísticos en el entorno rural, cada vez es mayor. “Los datos optimistas de ocupación hacen que los propietarios lo vean como la gallina de los huevos de oro”, explica David de Lucas, propietario de un alojamiento rural en Turégano.
Para poder regentar un negocio de este tipo, no es necesario ser una empresa o un autónomo, a pesar de que en los requisitos de la Junta para el registro de viviendas turísticas se le denomine como tal “a la persona física o jurídica que presta a los turistas, de forma habitual y con ánimo de lucro”, el servicio de alojamiento en la modalidad de vivienda de uso turístico. “Muchos se inscriben en el registro turístico pero no tributan”, indica Gerardo Otero, presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo en Segovia “aunque también hay alojamientos que ni siquiera están registrados. En ambos casos, se trata de competencia desleal hacia quienes nos ganamos la vida con la hostelería”.

Otero indica que en estos establecimientos “alegales” e “ilegales”, los propietarios no emiten facturas y por tanto no cobran IVA a los turistas, por lo que “pueden permitirse bajar los precios a un nivel que quienes nos dedicamos profesionalmente a esto no podemos”.

Para David de Lucas, la proliferación de este tipo de alojamientos además de crear una “sobreoferta” turística que provoca una bajada de la ocupación, también conlleva un descenso en la oferta de vivienda habitual, lo que dificulta el asentamiento para quienes desean establecerse en el medio rural. Sin embargo, Otero difiere al respecto y señala que “a pesar de tratarse de un factor más, no es determinante”.

REGULACIÓN COMO OBJETIVO
Para reducir la oferta de este tipo de alojamientos que no cumplen con la normativa, los asociados consideran que en las aplicaciones y web donde se promocionan los alojamientos “debería aparecer el indicativo de registro turístico y exigirse su regulación”. Esto resulta especialmente importante teniendo en cuenta que las viviendas de uso turístico no tienen ninguna categoría estipulada, como sí ocurre con los hoteles y casas rurales (estrellas) o apartamentos turísticos (llaves), por lo que el cliente no sabe a ciencia cierta las condiciones de la casa hasta que llega a ella. Garantizar a través de la regulación estatal que el establecimiento cumple también con los estándares que establece la ley evitaría por tanto a los clientes sorpresas desagradables.

La Asociación lleva años peleando para que este sector se regularice y recientemente se reunieron a través de la Federación Empresarial Segoviana (FES) de la cual son socios, con técnicos de la Junta de Castilla y León, la Subdelegación del Gobierno y la Diputación Provincial, para manifestar sus reivindicaciones. “Pedimos una regulación en iguales condiciones para todos; lo que no es lógico es que a algunos nos obliguen a cumplir una serie de requisitos, a pagar nuestras cuotas de autónomos y los correspondientes impuestos o a disponer del seguro de responsabilidad civil, mientras otros se limitan a emitir un recibo para hospedar al visitante”.

Según Otero, “desde la aprobación del decreto que regula las viviendas de uso turístico se viene observando disparidad de criterios a la hora de catalogar la actividad económica de los alojamientos turísticos de alquiler completo, ya que en algunos supuestos en los que no se prestan servicios complementarios al hospedaje (desayuno, limpieza,…), la Agencia Tributaria no los considera como servicios turísticos y se regulan por la propia Ley de Arrendamientos Urbanos, lo que implica una competencia desleal con respecto a los que estamos sujetos a la normativa y a las obligaciones tributarias que conlleva”.

En su lucha por la regulación del sector, la Asociación de Turismo Rural y Activo, colabora con la FES para consultar a la Dirección General de Tributos de la Agencia Tributaria sobre la situación de todos los alojamientos de alquiler turístico que operan en la provincia, para su posterior catálogo como actividad turística. Asimismo pretenden trasladar la problemática al Observatorio de la Lucha contra el Fraude a la Seguridad Social.

Durante la reunión mantenida, la Diputación se comprometió a tratar con la Junta de Castilla y León la modificación de la legislación turística para evitar interpretaciones como las que se están produciendo en la actualidad, aunque Otero indica que “continuamos sin tener una solución”.

Datos
Solo durante el mes de marzo, Castilla y León lideró el turismo rural con 89.016 visitantes, 14.671 de ellos, realizaron turismo rural en Segovia, según datos de la Junta.

En general, se trata de visitantes nacionales que realizan estancias cortas, excursiones en el día o visitas de fin de semana. Así lo indican los datos del INE, según los cuales, durante el mes de marzo la estancia media fue de 2,25 noches. Durante dicho mes, aumentaron las visitas debido a las vacaciones de Semana Santa, aunque “debido al mal tiempo se produjo una ligera bajada”, explica Gerardo Otero, “los datos suelen ser mejores cuando la fiesta cae en abril”.

No obstante, el hostelero afirma que las cifras se han recuperado en los últimos años y ya han alcanzado e incluso superado los datos prepandemia. En 2019, durante el mismo mes, se registraron un total de 11.228 viajeros, mientras que las cifras más bajas se alcanzaron en 2021, con apenas 1.258 visitantes.

También durante el pasado puente de mayo las estancias breves han sido las más numerosas “sobre todo vienen madrileños a pasar el día y algunos a hacer una escapada durante el fin de semana, pero hay muy pocos que se queden durante todo el puente, de miércoles a domingo. Si hay reservadas entre el 65 y el 70 por ciento de las plazas para estos días, solo el cinco por ciento de ellos se queda todos los festivos”.

Los datos fueron algo más positivos para los locales que además de alojamiento, ofrecen también servicio de restaurante, “Gracias a que ha coincidido con el día de la Madre, muchas familias hicieron reservas para comer, pero pocos se quedan a dormir”, remarca De Lucas.

 

Fuente: El Adelantado de Segovia